El tamal tolimense es más que una comida típica: es una representación viva de nuestras raíces. En esta entrada exploramos su origen, qué lo diferencia de otras variedades en Colombia y por qué su preparación artesanal en nuestra fábrica de tamales garantiza un sabor auténtico.
Un símbolo del Tolima con sabor a hogar
El tamal tolimense es conocido por su generosa porción y combinación equilibrada de ingredientes. A diferencia de otras variantes, este tamal incluye arroz, arveja amarilla, zanahoria, huevo cocido, carne de cerdo y pollo, todo envuelto cuidadosamente en hoja de bijao. Su sabor característico proviene de una cocción lenta y un aliño casero que evoca los sabores del campo.
En nuestra fábrica de tamales, ubicada en Bogotá, replicamos fielmente esta tradición. Cada tamal es preparado artesanalmente, respetando los tiempos de cocción y usando ingredientes frescos. El resultado: un tamal tolimense que realmente sabe a Tolima.
¿Qué lo diferencia de otros tamales?
Mientras el tamal santandereano destaca por su sabor picante y textura más compacta, el tolimense ofrece una mezcla más suave y húmeda. Es ideal para acompañar con chocolate caliente, pan blandito o incluso con ají casero. Es un plato completo, pensado para compartir y disfrutar sin prisas.
Un legado que se mantiene vivo
Preservar esta receta no solo significa ofrecer un producto delicioso, sino también contribuir a mantener viva una parte del patrimonio gastronómico colombiano. Por eso, desde nuestra fábrica de tamales trabajamos con cocineros tradicionales que han heredado este saber de sus madres y abuelas.
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